Diálogos con Martín Maliqueo de La Comunidad Mapuche Lonko Purran – Neuquén |
El Pueblo Mapuche en lucha contra las petroleras
-Presentáte y contános un poco qué esta pasando en la comunidad a la que perteneces y cómo se están organizando. Martín: Soy Martín Maliqueo, pertenezco a la comunidad Mapuche Lonko Purran de la provincia de Neuquén. Nosotros nos consideramos parte activa del pueblo mapuche de Neuquén. Hace seis años que estoy trabajando en la organización de la comunidad, en la resistencia, he sido parte del proceso de estos últimos años en relación a la demanda de derechos que nosotros venimos exigiendo en la provincia hasta la actualidad.
Dentro del territorio de nuestra comunidad hay alrededor de 250 pozos petroleros y de gas, hay plantas compresoras de gas y baterías, hay oleoductos, gasoductos. Es impresionante la explotación que se había comenzado a hacer, lo digo así porque no se ha logrado avanzar desde que nosotros, como comunidad Mapuche, organizados hemos decidido decirle NO a la explotación petrolera, no a las formas de desarrollo que venían haciendo. Vivimos una realidad donde la gente se calefacciona con leña, se alumbra con lámparas a kerosén teniendo pozos a 150 mts. de las casas, donde se está quemando el gas. Tenemos tendidos eléctricos que pasan a 200 o 300 mt. de las casas y la gente no tiene luz; no tiene los servicios básicos para la vida, por ejemplo no hay agua en la comunidad. Esto último fue producto de las exploraciones sísmicas que las compañías petroleras hicieron antes de comenzar a operar en el yacimiento, esto hizo que se secaran las napas de agua, se secaran vertientes, se dividieran napas de agua y otras se contaminaran con otros tipos de agua. Entonces hoy no tenemos los elementos básicos para vivir, para desarrollarnos, la gente no puede tener una huerta en su casa porque no tiene agua. Esto ha cambiado de gran manera la forma de vida y desarrollo de la gente de nuestra comunidad, lamentablemente tenemos esta realidad.
Desde hace un año y tres meses estoy presidiendo la comunidad, soy el Lonko, la autoridad política y principal de una comunidad. - Con respecto a la organización y la lucha contra las petroleras: ¿Qué sucedió con YPF, previo a Repsol? ¿Cómo fue la llegada de Repsol YPF y de qué manera se fueron organizando para frenar este modelo de saqueo y explotación? Martín: Cuando estaba YPF (Yacimiento Petrolíferos Fiscales) pudimos ver lo que significa tener una empresa estatal operando dentro de un territorio mapuche. YPF cuando era estatal nunca funcionó a favor de la gente del lugar, nunca generó beneficio, ni desarrollo en el lugar. En su momento, en los años ’80, vivían más de 35 niños en la comunidad, la empresa tenía más de 50 pozos petroleros, de gas y baterías y jamás brindó desarrollo a la gente del lugar, nunca cumplió ninguna norma ambiental. Hemos tenido grandísimos y gravísimas pérdidas de animales, de ganados, que es el sustento de las familias. YPF nunca construyó una posta sanitaria, nunca construyó una escuela, nunca se preocupó en darles educación a los niños. Por esto los 35 niños que había en su momento se criaron de forma analfabeta, nunca fueron a la escuela, y cuando cumplieron sus 20 años todos migraron a la ciudad en busca de nuevos horizontes porque ya los campos no daban para más, ni para seguir criando animales, cada vez estaban siendo más devastados por la explotación petrolera. Hoy por hoy esto es una realidad, tenemos el mayor porcentaje de población Mapuche de Neuquén en la ciudad, es el sector más carenciado y marginado. Cada vez que nuestros jóvenes migran a la ciudad pasan a abultar el número más grande de desocupación, de marginación y a formar parte de las políticas de asistencialismo de los gobiernos. Todo esto fue parte de lo que fue YPF en su momento, de no brindar posibilidades a los jóvenes, de no darles nuevas oportunidades, de negarles todo lo que en materia de desarrollo y beneficio como personas se podría haber logrado. Por esto nosotros, hoy por hoy, somos unos de los que decimos basta a la explotación petrolera, ya sea en manos de empresas trasnacionales o en manos de empresas estatales, porque los daños y consecuencias son exactamente las mismas. Tenemos suficientes fundamentos para decir no al modelo de la petrodependencia. Creemos que es tiempo de que los gobiernos, los estados, empiecen a aplicar nuevas políticas de desarrollo, que empiecen a optar por un nuevo modelo de desarrollo. Pienso que más allá de los gobiernos esto debería partir desde nosotros, desde los pueblos originarios, desde las organizaciones sociales, de la gente que está en contra de este sistema. El cambio tiene que partir de ahí porque los gobiernos, aunque tengan una apertura a un nuevo modelo, no lo van a implementar. Viendo la realidad en la cual estamos, creo que es un desafío que hoy nos toca. Podemos identificar a este gobierno que no es representativo, que hoy nos lleva a un corral sin salida que por algún lado va a reventar. Más allá de lo que viene sucediendo en los últimos años, este modelo nos está conduciendo a eso. Lo que podemos ver en Neuquén es que las empresas petroleras son inventoras de las políticas que está desarrollando el gobierno provincial de Neuquén. Sabemos que el gobierno ha sido garante de todas las concesiones a las empresas petroleras; ha sido garante de someter a nuestro pueblo a una explotación masiva; de reprimir los levantamientos, las organizaciones, las comunidades; de desplazarnos y quitarnos nuestros territorios; de concesionarles, por un lado, yacimientos petroleros; de concesionarles, por otro, miles de hectáreas para forestación a las mismas empresas petroleras. Al servirles de garante, las empresas petroleras no van a pagar servidumbre, no van a pagar mediación por 10 años. Esto fue en el 2002 y hasta el 2012 las empresas no van a pagar servidumbre dentro de la provincia, porque ésta es la garantía que el gobierno provincial les dio para que puedan operar dentro de la provincia.
Con la llegada de Repsol se dio todo un acontecimiento, ya que desde que se hizo el traspaso de la firma, la empresa llevó adelante un plan muy, muy amplio de explotación petrolera dentro del yacimiento de Loma de la Lata, que después se transformó en el yacimiento de gas más grande de Sud América. Hubo varias cosas que llevó adelante la organización del pueblo Mapuche de Neuquén en contra de la explotación petrolera. En el yacimiento de Loma de la Lata se encuentran dos comunidades Mapuches, la comunidad Paynemil (oro celeste) y la comunidad Kaxipayiñ (volver al origen), que se levantaron en contra de esta empresa multinacional. Teniendo a pocos metros a YPF y con la llegada de Repsol, los daños y las consecuencias fueron aún peores, empezaron a aparecer enfermedades en la salud de las personas, en los niños. Luego se hicieron estudios para investigar los impactos en la salud de las personas y se lograron comprobar altos porcentajes de metales pesados en sus cuerpos, como plomo, estaño, mercurio, etc. Esto nos llevó a todas las comunidades, las que veíamos que la explotación petrolera avanzaba hacia nuestro territorio, a organizarnos. En los últimos 10 años se han conformado más de 20 comunidades dentro de la provincia de Neuquén, en la actualidad somos alrededor de 60 comunidades organizadas, todas se organizaron ante los conflictos, ante los problemas. Creo que fue un buen proceso porque nos hizo madurar a todos, nos hizo ser más concientes de la realidad en que vivimos. Hoy por hoy, en nuestra comunidad no han podido avanzar, nosotros tenemos un proyecto paralizado de la empresa Apache Corporation desde hace ocho meses. Con todo el volumen de dinero que se mueve y se debería haber movido durante esos ocho meses, aún así está parada por propia decisión nuestra, de las comunidades, ya que la provincia los ha autorizado para poder entrar al yacimiento, pero nosotros no se lo hemos permitido.
Hoy los pueblos originarios han hecho valer sus derechos; que fueron escritos por los propios blancos, no Mapuches; que fue un compromiso de ellos; un reconocimiento de ellos y tienen que ser ellos quienes lo tienen que aplicar. Como te decía, tengo 3 causas judiciales en contra, ya tuvimos un juicio donde salimos absueltos y teníamos otro juicio en puerta en marzo de este año; organizamos toda una movida para denunciar al gobierno provincial lo que estaba pasando y como era un año electoral los jueces se declararon incompetentes. Las causas están en el Tribunal Superior de Justicia y todavía no hay nadie para resolver ese juicio. Somos nosotros los que estamos presionando para que se lleve adelante ese juicio y ojalá haya condena porque eso nos generaría un precedente, con todos los derechos que nosotros tenemos, sería bueno que haya una condena a una comunidad que ejerció su derecho. Creo que para nosotros esto es un gran desafío y el gobierno provincial lo sabe. - ¿Cómo es la organización entre las comunidades? ¿Existen encuentros? ¿Va de la mano el proceso de lucha del proceso de recuperación de identidad?
Martín: Creo que el proceso de lucha del pueblo Mapuche de Neuquén va en crecimiento, va a paso firme en la recuperación de la identidad, y esto se ha visto reflejado en los últimos años. Se conformaron más de 20 comunidades, 35 son reconocidas y las restantes no, llegamos a ser aproximadamente más de 60 comunidades. Las 6 comunidades a las que se nos ha impugnado la personería jurídica hace 7 años que nos venimos organizando, el resto que son alrededor de 25 comunidades, también sin personería jurídica, vienen organizándose defendiendo el territorio. El recuperar nuestra identidad es recuperar todo, todo lo que engloba ser Mapuche, el hecho de tener una cosmovisión distinta, llevar adelante prácticas culturales, etc. Esto es lo que llevó a nuestro pueblo a fortalecerse, a fortalecer nuestra identidad. La Confederación de Organizaciones Mapuche (COM), la institución política que nuclea a estas 60 comunidades de la provincia de Neuquén, en los últimos 10 años viene llevando un proceso muy importante de crecimiento de formación política en las comunidades.
En el año 2006 se reformó la constitución provincial, sobre la cual estuvimos trabajando todo el 2005 en función de decir qué queremos, nosotros, los Mapuches como reconocimiento. Hicimos una serie de talleres en la provincia de Neuquén en los que participaron estas 60 comunidades, debatimos entre todos: ¿qué es lo que queremos? ¿hacia dónde queremos apuntar, nosotros, los Mapuches? Creo que esto ha sido un claro avance. -¿Cuándo fue la reforma de la constitución de la provincia de Neuquén? ¿Cómo fue ese cambio? La incorporación de los derechos del pueblo Mapuche a la constitución ¿fue a partir de un consenso con los Mapuche o fue parte de la misma lucha?
Martín: esto fue a finales del 2005, cuando el Gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sobich, sacó un decreto para reformar la constitución provincial. Por supuesto lo que le interesaba reformar no era incorporar el derecho del pueblo Mapuche a la constitución, sino lo que quería era blanquear los nuevos contratos con las empresas petroleras, crear una nueva legislación en función de la explotación petrolera, reformar el sistema de justicia, estos eran los dos temas que el gobierno provincial pretendía reformar, lo tenía que hacer a través del llamado a una convención constituyente. Entonces se dio todo un proceso de organización, donde todos los sectores, las organizaciones sociales, denunciaron esta nueva reforma de la constitución porque se decía que no se estaba consultando a la gente, que la convención de la nueva constitución tenía solamente olor a petróleo, olor a injusticia, ya que quería tener al sistema de justicia de su lado eligiendo los jueces.
A finales del 2005 tuvimos desencuentros con algunos sectores, por posiciones políticas, porque confundían nuestra posición con la del gobierno provincial, y decían que nosotros estábamos con el gobierno provincial, con el gobierno que los jodió durante 30 años, que estábamos a favor de esa constitución. Nosotros no estábamos a favor de lo que el gobierno pretendía reformar pero nosotros, como Mapuches, creemos que es necesaria una transformación dentro del sistema, nuestros derechos no estaban dentro de esa constitución y tenían que estar. Nosotros consideramos que hay que transformar el sistema de justicia, el sistema educativo, que son los principios básicos para ser un pueblo. Entramos muchas veces en disidencia porque confundían nuestra posición, nos decían que el reconocimiento de los derechos del pueblo Mapuche se puede hacer a través de una enmienda, no a través de una reforma de la constitución. Nosotros decíamos que a través de una enmienda se puede reformar un tema y no lo que nosotros pretendemos que se reforme, que es todo en función de que se nos reconozca como un pueblo. - A partir de la lucha contra las petroleras ¿Cómo es la relación con la sociedad no Mapuche? ¿Y de qué manera se da la articulación? Martín: en Neuquén se da un caso muy particular, en las diferentes ciudades de la provincia tenemos una clara y firme relación con todos los sectores sociales; ya sean organizaciones piqueteras; organismos de derechos humanos; con la gente de los gremios que llevaron una lucha fuerte de muchos años, a la que la separamos de la gente de los gremios petroleros, que es muy fuerte en la provincia de Neuquén; en ese sentido estamos con el sector más vulnerable. -A partir de toda esta lucha ¿Qué conflictos tuvieron dentro de la comunidad?
Martín: en los últimos meses he podido tener una clara experiencia en la lucha y sobre todo pude ver la parte sucia del gobierno, la parte sucia de las petroleras, sus intenciones. Hoy soy una de las personas más identificadas, más opositoras, que confronta con el gobierno y con las petroleras, porque más de una vez cayeron a verme, a querer sobornarme, diciéndome: “Martín ¿por qué no pensás en vos?, olvidate de la gente y pensá en tu familia, te reservamos un buen puesto de trabajo en la compañía”, etc. Tener 26 años, ser Mapuche y sostener una política en contra de las petroleras no es fácil, me he capacitado, me he formado en lo que a medio ambiente se refiere. Creo que son armas que uno fue tomando para poder discutir con las empresas y con el gobierno. Ellos saben que tienen dos opciones: denunciarte o aguantarte; por otro lado, sobornarte y ponerte del lado de ellos; pero nada de eso han conseguido conmigo. Desde el año 2004 vengo sosteniendo una lucha, una presión muy fuerte hacia mi persona, he tenido persecuciones, he tenido amenazas. Las causas judiciales son parte del proceso, hay cosas peores que me toca bancar.
En ese mismo año, 2004, llevamos acciones adelante paralizando el yacimiento que desde hace ocho meses tenemos parado. Había poca gente en la comunidad porque la mayoría se había trasladado a hacer las veranadas, como todos los años. Como la gente vive de los animales, en el mes de diciembre se trasladan a ciento y pico de kilómetros, por unos cuatro meses, a donde hay agua, y cambian pasturas para esos animales. En los momentos de travesía la empresa aprovecha para avanzar porque la gente no está. La empresa, ese año, en el mes de diciembre, pretendía avanzar haciendo 9 pozos en nueve locaciones. Nosotros, ante la primera apertura de locación que hicieron, fuimos a pararlos, paramos una semana el yacimiento. El día 28 de diciembre nos fueron a reprimir, fue una represión muy, muy fuerte, en la que se encontraban hermanos Mapuches de la ciudad que nos habían ido a apoyar, los cuales pertenecían al grupo de apoyo al pueblo Mapuche. El día de la represión recibimos golpes, a mi madre de 70 años un comisario la arrastró por el suelo, también hubo gente con heridas de balas de goma. Lo más grave es que a un hermano de la ciudad que había venido a apoyarnos, le pegaron un escopetazo, una perdigonada en su pantorrilla, estuvo cerca de 25 días internado y por suerte se recuperó bien. Nosotros no creíamos que iba a quedar bien por la forma en que le lastimaron la pierna, pero se recuperó bien. Después lo que hizo esta persona fue haberse confundido aceptando los sobornos de la compañía. Lo que yo no acepté, él sí aceptó. Luego salió a denunciarme, acusándome e iniciando una causa penal por abandono de persona, exigiendo el pago de cien mil dólares por esa pierna. Estos son los golpes más bajos que uno recibe y que muchas veces uno no los recibe de las petroleras, sino de nuestros propios hermanos que se dejan comprar, son vulnerables a la política de las petroleras y del gobierno. Es acá donde se tira todo un proceso de trabajo, de lucha, de resistencia. Es muy triste andar pensando en lo que un hermano anda diciendo. El sale por la tele, por las radios, por los medios que uno sabe a quienes responden, y lo muestran diciendo que le tengo que pagar por lo que “hice”, por haberlo llevado, y yo no lo llevé, ni lo obligué. Quien tiene trabajo de base o se ha formado dentro de una organización, sabe que cuando uno va a apoyar una lucha, va justamente a eso, a apoyarla, vas conciente de la realidad que se está viviendo, conciente de lo que te pueda pasar, sino quedate en tu casa. Esto es lo más triste porque a esta persona, ahora, la utilizan el gobierno y las empresas para salir a denunciarme a mí diciendo que soy responsable de la represión y que yo tengo que pagar 100.000 dólares por su pierna cuando en realidad el que tiene que pagar es el estado y las empresas multinacionales. Entonces la pregunta sería: ¿Cómo identificamos al enemigo? ¿Quién es nuestro enemigo? Yo no puedo ponerme a la altura de él y salir a denunciarlo, cada vez que salgo a hablar denuncio a las petroleras y el gobierno. Lo que está haciendo el peñi es hacer caso a las letras en contra nuestra que le tira el gobierno provincial y las petroleras. -¿Cómo reacciona la comunidad de Lonko Purran ante este hecho y ante esta acusación? Martín: Por un lado, en apoyo y por otro lado en contra, porque en su momento cuando se hizo la acción en el 2004 nos vinieron a apoyar directamente. En ese momento, yo era Werken (vocero) de la comunidad y me responsabilizaron a mí por llevar gente que no pertenecía a la comunidad a esa acción. Yo asumí ese compromiso, asumí esa responsabilidad. Hace un año y tres meses que me eligieron Lonko de la comunidad y por eso me hago mucho más responsable ahora de la que pasó y lo que va a pasar. Hoy por hoy, la realidad que vive la comunidad es muy jodida porque hay gente que no tiene los servicios básicos para vivir. Ante la necesidad la gente cree lo que les dicen las empresas, aceptan lo que les ofrecen las compañías, es decir un puesto de trabajo en función de que digan algo en contra mío, por ejemplo el Lonko cobró servidumbre, el Lonko está haciendo esto o lo otro. Por un lado, hay gente conciente y por otro hay gente que se presta, justamente, por la necesidad en la que se encuentra. Esto lo entiendo pero no comparto el aceptar y ser parte de ese juego porque por ejemplo YPF estatal (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) cuando estuvo nunca construyó una escuela, nunca construyó una posta sanitaria, nunca construyó nada en beneficio de la comunidad. Desde que asumí como Lonko de la comunidad, me he esforzado por conseguir recursos para la comunidad. Conseguimos un proyecto de criadero de Choike para preservar esta especie que se relaciona con nuestra cultura, es un ñandú que había migrado por la explotación petrolera, había desaparecido del lugar. Al criadero lo montamos arriba del lugar donde la empresa iba a hacer una locación. También conseguimos recursos para construir un salón comunitario, un salón de uso múltiple para la comunidad y también lo montamos arriba de donde se iba a hacer una locación. La gente de la compañía venía con el escribano diciendo: “ahí va a ir el peine 9, ahí va a ir el peine 11, ¿por qué hicieron eso? ¿Ustedes tomaron las coordenadas?” Sí las tomamos, pero antes que eso preferimos que haya un criadero y un salón comunitario. Ante esto la empresa se esmera en poder hacernos pedazos, en desequilibrar nuestra lucha, en crear desconfiabilidad, confusión en la gente de la sociedad que ni siquiera es parte de la comunidad, por ejemplo ven que se construyó el salón comunitario o el criadero de Choike y la empresa dice: “eso lo pagó la empresa por eso se construyó”, cuando en realidad son recursos que conseguimos a través de organizaciones hermanas que nos vienen apoyando para fortalecer la lucha de la comunidad. -¿Cómo está la causa? ¿Reciben apoyo de los organismos de Derechos Humanos? Martín: Hasta donde yo se, esta persona ha iniciado una causa penal en mi contra y se que se ha entrevistado con gente de derechos humanos, que ha tenido oportunidad de entrevistarse con diferentes sectores. Cada vez que hay un encuentro de este tipo seguramente se aparece a denunciar a Martín Maliqueo de la comunidad de Lonko Purran y dice que le tengo que pagar 100.000 dólares. Ante esto las propias organizaciones tienen un alto grado de madurez, en el sentido de saber quién es esta persona y quién soy yo. Lo pueden identificar claramente y de hecho nunca me han llamado de los organismos de derechos humanos, ni de la justicia, ni de ningún sector para que me pronuncie a favor o en contra de la demanda de esta persona. Cualquier persona que está en un movimiento se da cuenta, más que nada es un circo mediático. -A partir de lo que venías diciendo de YPF estatal y tu participación en el encuentro que se hizo en Gral. Mosconi, Salta ¿Cómo ves la lucha que la UTD (Unión de Trabajadores Desocupados) está llevando a cabo y su visión con respecto a la nacionalización del petróleo? Martín: creo que los acontecimientos que llevaron a la UTD a resurgir como organización, como movimiento en Salta, a través de los corte de rutas, de lo que fue sucediendo con las represiones, las muertes, etc.; y que el gobierno haya intentado poner paños fríos a esa situación; el hecho que ellos hayan seguido organizados a través del tiempo y se sigan fortaleciendo me parece un avance y muy bueno el proceso de lucha que fueron encarando. Sostener la organización me parece importante. Si tomo como ejemplo las primeras puebladas de Cutral-Có y Plaza Huincul en el año 96 y 97, donde se movilizaron más de 30.000 personas, donde también hubo una muerte, pasaron cosas muy grosas. El gobierno que asumió en ese momento sigue hasta hoy y me pregunto: ¿Qué pasó con esas organizaciones? El movimiento en ese momento se organizó y ahora está disuelto, ¿Por qué está disuelto? Porque están todos trabajando dentro de las petroleras y eso terminó con el problema. En este sentido valoro a los compañeros de la UTD por haber sostenido su posición de cambiar el modelo, más allá que tengan compañeros de la organización trabajando dentro de las petroleras, me parece importante que hayan sostenido la organización. Por otro lado no comparto la política de seguir dependiendo de las petroleras, de seguir pensando que se vayan las empresas privadas y vuelva a ser una empresa estatal porque nosotros podemos mostrar con ejemplos lo que fue tener una empresa estatal dentro de nuestro territorio y que jamás haya habido progreso. Hace un mes atrás estuve en Ecuador, ahí tienen a la empresa Petroecuador, una empresa supuestamente estatal, que es más o tan contaminante como las empresas multinacionales que están operando en Ecuador. Son impresionantes los derrames. Es impresionante cómo el gobierno está trabajando con las petroleras y cómo la empresa estatal trabaja con los militares, con la policía. Es terrible porque estamos hablando de la vida de seres humanos, como los destruyen. Dejando de lado si somos Mapuche o pueblos Originarios, estamos hablando de la salud, las empresas están atentando contra la vida, por eso no comparto la posición de que se nacionalice los hidrocarburos. Antes de juntar un millón de firmas para nacionalizar de los hidrocarburos creo que se debería estar juntando firmas para cambiar el modelo. Noviembre de 2006
-Contános como están los conflictos petroleros en la provincia y qué desafíos enfrentan como pueblo mapuche. Este consejo zonal surge de ver cómo nuestro territorio está siendo avasallado, de cómo las políticas de las petroleras y de la complicidad de los gobiernos avanzan sobre nuestro territorio. Frente a esto, hemos tratado de organizarnos, de elaborar propuestas, alternativas. Estamos trabajando en la elaboración de directrices mapuche, de tener en cuenta cómo nosotros entendemos nuestro territorio, qué significa territorio para nuestra concepción de ser mapuche. Las directrices permiten fundamentar nuestros conocimientos que hacen a nuestro ser. Y estas directrices permiten fundamentar en un papel, a través de normas jurídicas y políticas, nuestra posición para decirle al estado, a las petroleras, porqué queremos recuperar nuestro territorio. Existen muchos espacios sagrados que están siendo apropiados, saqueados por distintos intereses de poder y es necesario recuperarlos. Es necesario crear herramientas para sostener nuestra lucha. En ese proceso, es importante la participación de la sociedad no mapuche, aunque hasta ahora la sociedad no ha reaccionado, ve los problemas relacionados con las petroleras como un problema de los mapuches. Y en realidad el problema es para todos, es un problema universal. Hoy tenemos que promover la concientización, la información, ya que los medios masivos de comunicación están al servicio de las petroleras. En Neuquén la radio LU 5, de mucho alcance, tiene el auspicio de Repsol YPF. Entonces, ¿qué información va a pasar de nosotros cuando denunciamos que Repsol está contaminando nuestro territorio? Las multinacionales se han apropiado de las herramientas que mejor podríamos utilizar para defendernos. Tenemos que promover políticas de cambios porque este sistema ya colapsó. Tenemos que trabajar en ver cómo defendemos nuestro territorio como mapuche y ver cómo defendemos entre todos, la biodiversidad y otras riquezas. En Neuquén, las petroleras, como Chevrón Texaco Repsol YPF, tienen casi 20.000 has. en la cordillera, que se ha forestado casi en un 70%. Hay que ponerle un freno a tanta violencia sobre el territorio -¿En qué situación está el proceso judicial con las petroleras? Martín: este proceso judicial viene del año 2000/2001, cuando la comunidad se organiza. Ante la llegada de la explotación petrolera a nuestro territorio, nosotros decidimos parar a las petroleras, bloquear los caminos y los accesos, que son las reacciones inmediatas frente a un conflicto. Producto de esas movilizaciones, de esas acciones directas, fuimos denunciados por las petroleras en dos juzgados distintos, acusándonos de usurpación y turbación a la posesión. Estas denuncias derivaron en un juzgado de Cutral-Có. Se resolvió en primera instancia en el 2005, fue un juicio oral y público. La fiscal se abstuvo de pedir condena y la jueza nos absolvió de culpa y cargo. Eso fue en un primer juicio en el 2005. -¿Qué cambios se produjeron en el proceso judicial con la reforma de la Constitución provincial? Martín: en función del reconocimiento del pueblo mapuche en la constitución, se resolvió el juicio en el mes de junio de 2007. Los jueces entendieron que había una normativa jurídica que nos amparaba y nos reconocía. Y así nos terminó absolviendo de culpa y cargo de los hechos que nos imputaban, usurpación y turbación a la posesión. Previamente al juicio, una semana antes de que se iniciara, nosotros bloqueamos un yacimiento petrolero en mi comunidad, en manos de la compañía Apache Corporation. Y luego de cuatro meses de haberse realizado el juicio, el yacimiento sigue parado. Decidimos ponerle una tranquera, ponerle candado y ahí no entra nadie más. Ahí hay una planta compresora de gas que produce 150.000 m. cúbicos diarios, que está parada. Esta puede ser una herramienta que puede ser tenida en cuenta por otras comunidades. De hecho hoy en Neuquén hay varias comunidades en conflicto y hay dos que han tomado la misma iniciativa de poner tranquera y candado, entendiendo que hoy existe un marco jurídico que nos ampara y reconoce. Septiembre de 2007 -Entrevistas realizadas por Martín Vidal, integrante del Equipo de Educación popular “Pañuelos en Rebeldía” - Fotos tomadas por Hernán Scandizzo periodista e integrante del Colectivo Indymedia Argentina, Sección Pueblos Originarios. |