Documento 34 meses de la masacre de Cromañón |
EL SILENCIO NO ES SALUD Hoy, a 34 meses, queremos hablar del silencio. Hay muchas clases de silencio: Silencio por un duelo, silencio por la soledad en que nos encontramos, silencio porque no hay nada que decir, silencio como parte de la notación musical… Pero el silencio no tiene un solo significado. Es también una forma de reaccionar ante ciertas situaciones de la vida. Podemos asegurar, de todas maneras, que el silencio no es la ausencia de sonido. Callarse también es una forma de decir. ¿Qué dicen algunos silencios? Dicen que cuesta acercarse a la lucha? Necesitamos seguir diciendo, seguir haciéndonos oír. Necesitamos decir bien fuerte:
Hay un peligro en el silencio, y es favorecer el olvido. La culpabilidad del victimario busca diluirse en el silencio. Tenemos que combatir la cultura de la anestesia. En nuestro corazón, los recuerdos están presentes y se expresan, hablan, gritan, no hacen silencio. Se dice por ahí: mal de muchos consuelo de los tontos. NOSOTROS DECIMOS EL MAL DE MUCHOS TRAE CONSECUENCIAS PARA TODOS. EL MAL DE MUCHOS TIENE QUE PARARSE CON EL SONIDO DE TODOS. El asesino de nuestros chicos no fue el rock and roll, no fue la fiesta, no fue la alegría de saltar todos juntos cantando una canción. A Walter Bulacio no lo mató la música, a los chicos de Kheyvis no los mató una fiesta de egresados. A todo eso tenían derecho, por ser personas, por ser jóvenes. A los chicos los mató el absoluto desprecio, la sed del negocio no importa cómo, con quién y a costa de qué. Pero si bien no los mató la música, no es bueno que la música se quede en silencio. Necesitamos la palabra de la música, de los músicos, del rock and roll. Ningún familiar ni sobreviviente pide que como consecuencia de Cromañón, se cierren los centros culturales y los músicos dejen de tocar. Al contrario, denunciamos la lógica Cromañón de la ciudad y el país. Pero es claro: los chicos eran “su” gente. La gente de la música, la gente del rock. Por eso estamos esperando que el rock hable. Que hable con nosotros y con el resto de la sociedad. Que pida justicia por nuestros chicos. Que se sume a las marchas. Que interpele al gobierno y a Chabán. Que se anime a criticar a aquellos que no cuidaron a su público. Desde la fuerza que da la palabra cantada, la guitarra, el rock and roll, esperamos que los músicos se acerquen. Falta poco para otro 30 de diciembre. Son tres años de dolor y lucha. Mucho ruido hemos hecho los familiares sobrevivientes y amigos, con marchas, actos, homenajes, escarches, muestras, conferencias, encuentros murgueros. Hemos provocado más sonidos que el rock nacional. ¿Qué pasa con la canción? ¿Cuáles van a ser nuestras canciones y qué vamos a poder escuchar en nuestras canciones? ¿Cómo confiar en las canciones si no se sostienen con la acción? ¿contra qué pelearemos si queremos cambiar algo? Seguiremos diciendo a todos los grupos de músicos: vayan a tocar en cualquier lado, total el sistema es malo? va a volver a ocurrir otra vez, cientos de veces. Diremos "todos los políticos son malos" y seguiremos eligiendo a cualquiera? Uno cuando es músico, no sólo toca la guitarra, porque si convoca gente, se debe a esa gente. Si uno es gobernante, no sólo requiere de votos, debe asumir los costos que sus políticas traen a la gente. Es claro que no tenemos todos la misma responsabilidad. PERO SI HAY UNA RESPONSABILIDAD EN EL SILENCIO, mientras otros estamos en la calle. No esperamos ya nada de estos gobiernos. Reclamamos porque es nuestro derecho. Pero todavía esperamos que el rock hable.
NOS PREPARAREMOS PARA UNA GRAN MARCHA EL PROXIMO 30 DE DICIEMBRE. ESTAN A TIEMPO DE SUMARSE ORGANIZACIONES SOCIALES, VICTIMAS DE IMPUNIDAD, ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS, MUSICOS. TODOS. Cárcel a los responsables/ No a la impunidad. Los pibes de Cromañón Presentes |