Caso TBA - Haedo - Noviembre 2005 - Roberto Canteros. A un año de estar preso injustamente |
Noviembre del 2006
A UN AÑO DE ESTAR PRESO INJUSTAMENTE Hace un año que me encuentro detenido injustamente por los hechos ocurridos el 1-11-05 en la estación de Haedo (lo ocurrido ese día lo relaté en la anterior carta). Lo que vino después fue un calvario. Por suerte me trajeron a un módulo de conducta, lo que me permitió estar más tranquilo pero con un dolor muy profundo por extrañar a mi familia a mis cinco tesoros: Maira, Melani, Oriana, Ezequiel, Walter y mi gran amor María. Destruyeron mi familia ¡¡Con qué derecho!! Sin tan solo soy un hombre de trabajo y humilde. No podía encontrar, ni puedo aún hoy encontrar palabras para decirles a mis hijos por qué estoy en un penal; me rodea la impotencia de no poder estar con ellos en este momento tan importante de sus vidas, porque la justicia no me da la oportunidad de demostrar mi inocencia. Ya llevo un año y muchos días sin ninguna respuesta de una justicia que no respeta mis derechos, que no le importa el daño que le hizo y le está haciendo a mis hijos, a mi familia y lo peor de todo es que el daño sigue y no se cuándo va parar. Por las noches no puedo dormir, los días son eternos. Me depositaron en un mundo que no sabe de lástima, ni de piedad. Gracias a Dios tengo mucha gente que ayuda a mi familia y a los que doy las gracias por confiar ciegamente en mí. Tengo mucho miedo pero trataré de ser fuerte para seguir adelante y espero que se aclare todo y la justicia me de la libertad y que se de cuenta que me destruyeron la vida y mis sueños. Lo único que pido es que me den una oportunidad para demostrar mi verdad y terminar con esta pesadilla. Tengo mucho miedo de ser condenado por un delito que no cometí, perder la infancia de mis hijos, sus risas, sus llantos. No lo soportaría. Yo me pregunto qué fue lo que hice mal. Vengo de una familia humilde, trabajadora y honesta. Mi vida era trabajar para mis hijos, para terminar mi casita y los domingos jugar al fútbol con mis hijos varones. ¿Por qué me pasó esto? Es lo que no me canso de preguntarme. Doy gracias a Dios por tener a una esposa luchadora y muy fuerte que tiene que hacer de padre y madre para seguir criando sanitos y fuertes a nuestros hijitos. Doy gracias mis tíos, a mis hermanos, a doña Mirta, que lucha incansablemente por mi libertad, y a todas esas personas que creen en mi inocencia y en la injusticia que se está cometiendo conmigo. Me despido con un beso y un abrazo enorme para todos. Espero que pronto se los pueda dar personalmente. ROBERTO RAÚL CANTEROS (desde el penal de Ezeiza: antesala del infierno) |