Roxana Longo - Voces Silenciadas | ![]() |
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25 de noviembre de 2007 El escenario actual no deja de plantearnos desafíos, que van desde el reconocimiento de ser mujeres latinoamericanas, hasta las diversidades que se presentan en nuestras realidades. Es decir, como mujeres, somos diversas, nos encontramos con caminos y con experiencias de vida, culturas, costumbres y búsquedas diversas. Reconocer la diversidad, implica asumir el diálogo, la escucha y la apertura crítica, autocrítica. Reconocer que la violencia patriarcal nos atraviesa y condiciona a todas las mujeres, requiere que nos preguntemos por las diferentes formas en las que somos violentadas. Todas de alguna manera estamos presas de la ideología patriarcal. Todas estamos presas del mercado que nos trata como un objeto más a consumir y descartar. Todas estamos presas del avance del fundamentalismo actual, encarnado por la jerarquía de la iglesia católica principalmente, que impide como lo viene haciendo milenariamente, que como mujeres ejerzamos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras sexualidades, e identidades. La mayoría de las mujeres, somos presas del recrudecimiento del capitalismo actual, que conlleva a explotarnos más y más… Mientras que el capitalista en su fase actual ofrece escasos empleos, el patriarcado designa quienes tienen preferencia. Todas estamos presas de la amenaza del desempleo, ya que las mujeres continuamos sufriendo el desempleo en mayor medida que los hombres y las discriminaciones laborales y salariales se perpetúan; como se perpetúa la imagen de la mujer ‘objeto sexual’ y a la par ‘cuidadora’ del hogar y de la familia. Muchas estamos presas de la doble jornada de trabajo, que abarca el trabajo doméstico, y el trabajo público. Mujeres, especialmente latinoamericanas, estamos levantado la voz para denunciar la inviabilidad del modo de producción capitalista - neoliberal, que ha generado más pobreza, más violencia social y de género, más depredación ambiental, y apropiación de la naturaleza por parte del poder transnacional. Esta situación nos lleva a enfrentarnos no sólo a la dominación masculina hacia las mujeres, sino también a la ideología y a la estructura de dominación de la naturaleza ligada al paradigma patriarcal/capitalista del desarrollo. Todas las mujeres estamos presas de la amenaza real de ser víctimas de explotación sexual, mujeres y niñas estamos expuestas a ser objeto de tráfico para la prostitución. ¿Cómo se manifiesta estas violencias en mujeres de la ciudad? ¿En mujeres rurales?, ¿en mujeres jóvenes? ¿En mujeres adultas? ¿En mujeres de pueblos originarios? ¿En mujeres negras? ¿En mujeres migrantes? ¿En mujeres privadas de su libertad? Las mujeres presas de la Unidad Penitenciaria nº 3 de Ezeiza, en varias ocasiones han denuncian torturas psicológicas y otros vejámenes, como el hacinamiento y las nefastas condiciones en que se encuentran. Solamente a modo de ejemplo, podemos considerar la evolución del crecimiento poblacional en las cárceles, que ha provoca una importante superpoblación en los penales federales de mujeres; a fines de 2005 había en total 1.041 internas, cuando la población ideal es de 740. La peor situación se da en la Unidad 3 de Ezeiza que actualmente tiene 718 internas, casi el doble de la capacidad ideal de la prisión, que es de 374 según datos de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Según un estudio hecho hace tres años por la Procuración Penitenciaria y el Instituto Gino Germani de la UBA , el 80% de las mujeres que entran en una cárcel son "primarias" (nunca estuvieron antes en prisión). El aumento más significativo que se produjo, es que el cuarenta 40 por ciento de la población penal femenina es de origen extranjero. En octubre de este año, las presas han denunciado entre diversas cuestiones, entre ellas la siguiente: “En el caso de los INGRESOS, es decir, de quienes ingresas por primera vez, la información es nula. Son depositadas en una jaula con menos capacidad de la que puede abarcar, no existe un examen medico para realizar una Historia Clínica, no se les informa sobre sus derechos sino solo sobre sus obligaciones, tampoco se les asiste en tramites de visita, no se les explica nada. Es el único pabellón en el que se realizan los recuentos de cambio de turno con personal masculino con armas largas y con cascos y escudos “ El 23 de noviembre de 2007, presenciamos, compartimos una conquista, fruto del trabajo constante y persistente desarrollado por mujeres estudiantes de la Unidad Penitenciaria nº 3 de Ezeiza. El viernes pasado, se oficializó la creación, en el penal de Ezeiza, del Centro Universitario Ezeiza (CUE). Similar al que funciona desde hace más de 20 años en la cárcel de Devoto. ¿Veinte años después? Sí. En Ezeiza, en la actualidad, se dictan todas las materias del CBC para las carreras de Sociología y Derecho. A partir de esta nueva etapa, se buscará construir caminos para ampliar la oferta de carreras a dictarse en la unidad, la ampliación del espacio de autonomía y autodeterminación universitaria en la cárcel y la multiplicación de esta experiencia a otros penales. En el acto que organizaron las mujeres estudiantes privadas de su libertad, se aclaró que se trataba de la refundación y no de una inauguración, rescatando el proceso de trece años de lucha, estudio y trabajo que se viene desarrollando. También exhibieron sus trabajos y sus producciones. Presentaron el tercer número de la revista Oasis, que ellas mismas elaboran. Rescataron la importancia de la formación, del estudio como elementos liberadores, que tienden a generar procesos críticos que favorecen la defensa de sus derechos humanos. ¿Hasta cuánto serán silenciados nuestras voces? Longo Roxana Integrante de Pañuelos en Rebeldía, Equipo de Educación Popular |
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