“La Creación colectiva de la alegría y la esperanza”
Talleristas: Claudia Korol, Mirta Israel, Silvia Bignami, Roxana Longo, Anibal Mosquera, Mariano Algava
Miembros del Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía
Objetivos: Pensar críticamente y explorar la relación entre las prácticas recreativas y la concepción de la educación popular.
Fundamentación teórica: Cuando la alegría es clandestina, o solo se reduce al consumo; el encuentro de personas que comparten sus sueños y utopías, provoca que tímidamente puedan pensar y sentir que “haciendo en conjunto”, pueden hacer realidad esos sueños, es entonces cuando la alegría se vuelve subversiva, es decir, colabora con la transformación de la realidad opresora.
Paulo Freire proponía una pedagogía hecha con rabia, con indignación y con esperanza, para seguir siendo, en el tiempo actual, pedagogía del oprimido, pedagogía emancipadora, y no una propuesta educativa de domesticación de los agredidos por el sistema.
Desde las prácticas de los movimientos populares y la experiencia de formación de educadores populares en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, sentimos la necesidad de articular las prácticas recreativas a la construcción de una praxis liberadora que colabore con la recuperación de la risa, con el cuerpo puesto en juego en la convicción de hacer realidad esos sueños y utopías.
La educación popular, es una pedagogía del oprimido y no para el oprimido. Es una educación popular, y no “para el pueblo”. Cuando hablamos de popular, nos referimos al sujeto que construye el proyecto político pedagógico que aporta a su emancipación. Es popular, no porque la “recibirán” los oprimidos como una donación o como una práctica que los somete; sino porque la “harán” los oprimidos, en el camino de identificar a los opresores, y de encontrar las formas y contenidos para la lucha de liberación. En este proceso las prácticas recreativas, aportan elementos indispensables.
Estudiar, leer, trabajo grupal, juego, participación en las luchas, debates colectivos, arte, todo cabe en la construcción de una pedagogía emancipatoria.
La educación popular aspira a caminar paso a paso con los movimientos que vienen combatiendo al sistema, con los jóvenes que ponen el pecho en cada rebeldía, con las mujeres que buscan caminos para reinventar sus roles en la vida cotidiana y en las luchas históricas del pueblo, con los pueblos originarios que aportan las nociones de identidad, de memoria, como fuego sagrado de la resistencia, con los obreros y obreras que practican la autonomía de producir sin patrones, con los piqueteros que cerraron los caminos y los puentes del sometimiento, abriendo nuevos caminos y nuevos puentes.
Esta rebeldía, es alegre y es esperanzada; estos caminos y estos puentes unen voluntades, articulan sueños; estos fuegos encienden nuevos vínculos, nuevos valores.
Es en esta dinámica creadora, que la re-creación tiene un lugar resignificado, un nuevo compromiso con el país y el mundo que estamos construyendo.
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