(Profesora e investigadora de la Facultad de Psicología, de la Universidad de Buenos Aires)
Buenas tardes, gracias por estar todas, aquí en la casa de las Madres: a Sonia, Mabel, Zulema, y en particular muchas gracias Roxana por invitarme y a todas las compañeras presentes por compartir este espacio.
El tema que nos convoca relacionado con la salud, los derechos reproductivos y sexuales , acontece en la vida de las mujeres y los hombres, pero, parece que sólo nosotras, las mujeres, debemos ocuparnos de ello. Mandato naturalizado de cuidadora, reproductora, dadora, sostén afectivo, que se impone desde la cultura y la hegemonía patriarcal. Hoy, en la globalización capitalista estas asignaciones y significaciones imaginarias son puestas en cuestión, por las contradicciones expresadas en la vida cotidiana y social. En la periferia del sistema, que nos toca vivir, desde el saqueo del llamado ajuste estructural neoliberal, los efectos de la desocupación, la pobreza creciente, la caída de los soportes legales e institucionales entre otros. afecta a los colectivos sociales, en particular a la mitad de la población argentina. La propia realidad expone a la mujer a nuevos riesgos de salud y a su vez a otra visibilidad social. El mandato de la casa , de lo doméstico, la maternidad como identidad- destino, el de complemento del Otro, es revisado desde las prácticas de las mujeres jefas de hogar, piqueteras, autoconvocadas, actoras de organizaciones defensoras de derechos humanos, sindicales, territoriales, sexuales. etc. En este sentido, es importante pensar en algunas controversias acerca de cómo son miradas las mujeres y como nos miramos y hablamos desde un enfoque de género, que de cuenta de la histórica subordinación y dominación masculina. No solo desde las relaciones afectivas más cercanas sino en el papel de las instituciones que desde diferentes mecanismos intentan el control y disciplinamiento de las mujeres. Los anhelos y demandas de las mujeres y el feminismo sobre la igualdad y equidad en el trabajo, la política, la salud , la educación y en particular, sobre el cuerpo y la sexualidad y la reproducción, son siempre atacados por los fundamentalismos religiosos , políticos , económicos y tienen su correlato también en el campo científico.
Con respecto a algunas de las actividades de las mujeres, y cada vez más de hombres u otras identidades sexuales, controversiales en el campo no sólo de género, no hay unanimidad, sino un fuerte debate. Tomando lo que expuso Sonia, en relación con la prostitución, que como asociación , no consideran que es un trabajo, me pareció muy significativo, para repensar las representaciones e identidades en torno a la prostitución. El hecho de considerar a la prostitución como una actividad impuesta por las circunstancias, no un trabajo más, promueve sentidos sobre las imposiciones forzadas, las violencias sobre los cuerpos y psiquismos. Desde el intercambio sexual hasta las maternidades impuestas, violentando la subjetividad femenina, solo vientre portador, forzadas a ser madres sin deseo,- por la ley penalizante del aborto - , nos interroga sobre la libertad, las elecciones, los deseos.
El segundo elemento que quisiera tomar es lo traumático, Sonia ha tomado este aspecto que me parece muy importante, porque aportó no solo en relación a un acontecimiento, que pudo operar tempranamente en la vida de las niñas mujeres, que deja huellas visibles o no manifiestas, que a veces ni pueden ser nombradas. Sino, también, la situación de exposición y vulnerabilidad de la propia actividad actual. Lo privado y lo público donde se despliegan las violencias y sobre todo las violencias hacia las mujeres son los escenarios que reclaman pensar y actuar. Desde mi inserción en la Universidad de Buenos Aires, en el área sanitaria , puedo afirmar que nos cuesta mucho trabajar a lo interno de la propia formación de recursos tanto en Medicina como en Psicología, supongo que ménos en Filosofía y Letras, estas temáticas no son frecuentes y ménos abordadas desde el enfoque ético de género. Se dan por hecho algunas consecuencias universales sobre la estructuración psíquica, aunque se insista en la clínica del caso, contaminados por tradiciones que provienen de paradigmas biologistas o psicológistas , de supremacía masculina, instalados hegemónicamente en la cultura judeocristiana.
Y quería retomar estos conceptos muy brevemente, que en algún punto constituyen marcas de la matriz ideológica de las formaciones académicas y nadie se lo problematiza ni siquiera éticamente en cómo (somos) son vistas las mujeres, como frágiles, que enferman más que los hombres, pero viven más ¿no?, que son histéricas, que son masoquistas, que les gusta ejercer la prostitución, que de alguna manera todas tenemos algo de locas ¿verdad?.
Estas representaciones en general están basadas en una idea biologicista y sexista sobre la constitución de las mujeres. Desde el punto de vista teórico, tienen una explicación: es porque supuestamente somos envidiosas del pene de los hombres y esto está constituido y sostenido desde un marco teórico sumamente importante y seductor sobre todo en la sociedad europea, y la argentina en particular. Perspectiva reformulada de esa reificación, cosificación de la diferencia, pero insistiendo en una posición subalterna como sujeto, desde identidades binarias que excluyen las posiciones de clase, de la edad, de la opción sexual, del color. El valor del psicoanálisis, sin embargo es central, en relación al papel del inconsciente en la formación de la identidad sexual, la bisexualidad y la constitución de la realidad psíquica. A su vez, hay otras perspectivas más biológistas, en razón o por las hormonas somos más disfóricas, tenemos problemas de humor; somos más emocionales e intuitivas, pasivas, vulnerables.
La lucha feminista, en primer lugar de siglos anteriores y a partir de los años setenta, más como saber sistemático, ingresa a algunos ámbitos universitarios y académicos como teorías de género, y empiezan a poner un poco en claro que esto no es así, que no hay un destino sobredeterminado porque tenemos vagina /o pene, sino que es una construcción social y subjetiva , donde se generan a partir de la anatomía formas de ser pensando lo masculino y lo femenino, de sentir, de actuar, de ser Y en muchos casos se contradice esa correspondencia de sexo género, como en la transexualidad. Entonces, estas tradiciones sobre lo psicopatológico, son interpelados por los movimientos feministas y de gays y lesbianas.
El plantear estos problemas, en este espacio particular de los Derechos humanos y Sociales, es enmarcarlos históricamente, son viejos problemas que intentan ser repensados, en la conexión con las relaciones sociales, en las relaciones de poder, en las formas de violencias materiales y simbólicas.
Estas violencias se expresan diferencialmente . No todas las mujeres tienen las mismas formas de estar en el mundo. Si hay formas generales, pero también hay particularidades que debemos reconocer, no es lo mismo ser negra, vieja y pobre en nuestro continente. Por ejemplo , es casi una obviedad decir Brasil, donde vivir en una fabela o vivir en Ipanema, plantea trayectorias, expectativas, posibilidades. El acceso a los servicios de salud, a la formación educativa, a los trabajos, es desigual y es inequitativo. ¿no es cierto?. Lo mismo podemos pensar en nuestra propia ciudad, el norte y el sur, Las cartografías de la inclusión o exclusión de los parias urbanos, hombres, mujeres y niños en la emergencia habitacional, alimentaria, social. Pero, en particular las mujeres es donde se enseñorea esas violencias, con su propio atrapamiento. Las violencias naturalizadas por la eficacia símbólica de los lugares asignados por la cultura machista, la tradición religiosa, las normas , los discursos sociales
No es lo mismo tampoco ser urbana que rural, vieja o joven, pobre o rica, esto nos plantea un desafío ético político ligado a la triple inequidad de clase, género y étnica..
¿Cómo se manifiestan las operatorias ideológicas de sujeción? En que un cuerpo sexuado, de alguna manera esta culturalmente determinado, a través de representaciones, a través de símbolos. Esto es muy importante, ya lo han dicho las compañeras que me antecedieron. Cómo es pensada la mujer en relación a la juventud y el placer, a su destino de maternidad, Pero si vemos las propagandas de los medios sobre los hombres, adultos, ricos, con relaciones de pareja tipo nietas, aparecen desafiantes, conquistadores. Su contracara, mujer adulta, rica, activa sexualmente si bien se comienza a instalar como ideal que subvierte al modelo madre-abuela, es psicopatologizada con más frecuencia: histeria, perversión, Entonces, las marcas del género, la edad y la clase son muy importantes en estos textos , imágenes, narrativas de la televisión, las propagandas que en parte instituyen las significaciones imaginarias. Marta Lamas, plantea que el cuerpo es una bisagra entre lo social y lo psíquico, que está marcado entonces por todas estas relaciones culturales y que el cuerpo es una envoltura, como un cuerpo envoltura donde de alguna manera se simbolizan esos ámbitos de lo psíquico y lo social. Entonces mente, cuerpo y sociedad están relacionados. En realidad, desde la diversidad, desde donde se constituye el deseo, no siempre es heterosexual, desde la normatividad de mujer o lo varón impuesta, hay multiplicidad de sentidos, de posiciones de sujeto, de identidades
Un biólogo, como Money nos advierte sobre la complejidad de sentidos, aun en lo biológico. En realidad, plantea justamente que la clasificación de mujer u hombre, no es solo por los caracteres genitales y atributos externos, sino por genes o cromosomas, hormonas, gónadas, orgános reproductores internos y externos. Puede haber múltiples variedades, estudiaba los fenómenos, por ejemplo en el caso de dos mellizos , que uno de ellos quedó mutilado y no sabían que hacer, si eran dos varones pero uno de ellos no tenía pene, entonces decidieron en un acuerdo con la familia decir que era mujer y efectivamente lo que marcaba la diferencia era tener o no tener. Esto quiere decir que ya desde hace muchos años, más de cincuenta, esta controversia sobre lo que se considera qué es ser mujer, qué es ser hombre no es solamente el destino de nuestro cuerpo sino de la construcciones que se hacen. Algunas de las diversidades fueron muy reprimidas, la homosexualidad, el lesbianismo, las formas diversas han sido estigmatizadas .
Pero reprimidas por el último aspecto que señaló Zulema, porque se pone en cuestión el poder de la mujer para procrear o no procrear según su deseo. Entonces justamente aquello que rompe con ese destino de la reproducción de lo impuesto, es justamente lo que desde estas sociedades se castiga, se segrega , se culpabiliza. El advenimiento del cachorro humano, de un hijo, debe darse en condiciones de poder afrontar esa indefensión y desamparo. No puede depender de lo biológico, debe ser soporte de un deseo de hijo, de un proyecto de maternidad paternidad, es decir parentalidad.
Insistir en instalar en el debate público, los temas sobre: las identidades sexuales, la sexualidad, el placer y la reproducción,la resistencia a la imposición de embarazos forzados, la importancia de la morbimortalidad por aborto y de los malestares y sufrimientos que la ilegalidad provoca, las posibilidades de las relaciones sin discriminaciones e inequidades etc., no es fácil, ante la hegemonía conservadora. Es fin, es preciso reconocer que es un campo de lucha política, teórica e ideológica. Y que desde la perspectiva de los Derechos Humanos es un desafío impostergable. Gracias.
Mesa Redonda Sobre Géneros Y Salud
Organizada y coordinada por el Área de Géneros.
Equipo de Educación Popular - Pañuelos en Rebeldía
II CONGRESO INTERNACIONAL DE SALUD MENTAL Y DERECHOS HUMANOS.
U.P.M.P.M 14-15-16 de noviembre 2003
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