Rebeldías en el XXI Encuentro de Mujeres - Roxana Longo | ![]() |
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La mañana del sábado 14 de octubre, la capital de la provincia de Jujuy comenzó a albergar a miles de mujeres que iban llegando de distintas provincias del país. El acto de inauguración comenzó por la mañana en la Vieja Estación, y desde ese momento la presencia del reclamo por la libertad de Romina Tejerina, la exigencia de las mujeres por el derecho al aborto legal seguro y gratuito y el pedido de aparición con vida de julio López se expresaron con claridad y se hicieron oír, a través de cantos y consignas expresadas por la inmensa mayoría de las mujeres que nos encontramos allí. La misma energía continuó y se fue profundizando a medida que se iba desarrollando el encuentro. El reclamo por la libertad de Romina Tejerina y la exigencia de que las mujeres decidamos sobre nuestros cuerpos (derecho al aborto legal) prosiguieron a lo largo del encuentro y retumbaron una y otra vez en las calles y en los talleres en los que se debatieron una multiplicidad de problemáticas que nos atraviesan como mujeres. En nuestro caso, nosotras como mujeres que integramos el equipo de educación popular Pañuelos en Rebeldía, participamos de distintos talleres en el marco del encuentro, solo a modo de mención, de los 48 talleres propuestos, participamos en el taller de mujeres anticoncepción y aborto, mujeres y cárcel, mujer y sexualidad, mujeres y derechos humanos, mujeres y estudios de género, mujeres de pueblos originarios. Cada una de nosotras vivió los talleres de diferentes maneras, por la temática elegida y por los debates, diálogos y aportes que se lograron compartir en los mismos. El sábado por la tarde, luego de terminados los talleres, partimos hacia el penal donde está detenida Romina Tejerina hace más de tres años. No nos fue fácil llegar al Penal nº 3 de Alto Comedero, pese a los problemas de traslados llegamos para expresarle nuestra profunda solidaridad a Romina. Fue inexplicable, fue una grandísima emoción la que sentimos al llegar al lugar, allí nos preguntábamos: ¿Romina nos escuchará? Los cantos de exigencia por la libertad a Romina resonaron una otra vez en las puestas del penal. Olé, olé, Olé, olá, A los violadores: ¡la cárcel ya! Para Romina: ¡la libertad! Nuestras voces, nuestros gritos, nuestras palabras atravesaron los muros, las rejas…; nuestras solidaridades… Entendemos que tras la lucha por la libertad de Romina están presentes, miles de mujeres anónimas las cuales están expuestas a situaciones similares de vulnerabilidad y violencia como la que atravesó y continúa padeciendo actualmente Romina. Las múltiples violencias a las que estamos expuestas, se practica y se expresa a través de diversas formas de violencia (física, psicológica y emocional. Violencia Real y simbólica). Asimismo, incluye formas estructurales como la feminización de la pobreza, la discriminación salarial, la segregación sexual del mercado de trabajo, el tráfico de mujeres, la esclavitud, además de la violencia sexual -la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada y los embarazos forzados, la criminalización de la violencia contra las mujeres y la violencia contra las mujeres por motivos étnicos, culturales, raciales, crímenes como los exterminios masivos de mujeres, abusos y acosos sexuales, la violencia doméstica, la trata de mujeres y niñas, la etc. Teniendo en cuenta, que las situaciones de vulnerabilidad por las que atravesamos las mujeres son múltiples, y que incluyen diversos fenómenos que deterioran considerablemente la calidad de vida y los procesos subjetivos de nosotras mismas. Decidimos junto a la organización Mujeres Va-riendo, expresar, visibilizar y demostrar en el espacio público parte de esta realidad. Desde un tiempo venimos pensando y reflexionando sobre la importancia de visibilizar las múltiples violencias que vivimos cotidianamente las mujeres en la actualidad. Por ello, a raíz del trabajo de reflexión, formación y articulación que venimos desarrollando junto con las Mujeres Va-Riendo, nos propusimos participar en la marcha del sábado 15 en el marco del XXI Encuentro Nacional de Mujeres en San Salvador de Jujuy. Marchamos, e intentamos reflejar las múltiples prisiones (“todas estamos presas”) que tenemos como mujeres en este sistema que caracterizamos como patriarcal y capitalista. Con una bandera que contenía la siguiente frase: “Todas estamos presas, con la lucha nos vamos a liberar”; con más de 20 mujeres personificadas desfilamos por las calles de Jujuy. Mujeres presas por las diversas violencias ya mencionadas, denunciando al poder judicial, a la institución iglesia católica, la institución escuela como trasmisora de determinados valores y prácticas sexistas y a la conformación de una masculinidad machista y opresora. Fue importante, luego de la marcha, llegar al escarche a la catedral, allí las mujeres nos sacamos las cadenas; distanciadas a pocos metros, de una cantidad considerable de fieles fundamentalistas de la iglesia católica y mientras rezaban, y nos filmaban, nosotras como mujeres representamos la rotura de las cadenas de múltiples opresiones que tenemos en esta sociedad. La alegría de la marcha, continúo luego en la peña desarrollada en la vieja estación, en donde bailamos, cantamos y continuamos reencontrándonos con distintas mujeres y compañeras. La experiencia, la vivencia de los Encuentros Nacionales de Mujeres es difícil de trasmitir en estas líneas, la energía y la emoción de participar de este evento, nos ayuda cada año para continuar resistiendo y luchando a cada una en sus lugares, a todas nosotras en nuestros lugares. Las vivencias que se dan por fuera de los talleres son más que enriquecedoras, los encuentros, las charlas, las articulaciones, los abrazos y la enorme alegría de encontrarnos, reencontrarnos y profundizar los lazos entre distintas compañeras, grupos y organizaciones nos llena de satisfacción y nos da fuerza para seguir caminado en este proceso y sentir que somos muchas las que pensamos construir una sociedad en la que no exista ningún tipo de opresión.
Buenos Aires, octubre de 2006
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